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De Hollywood al Estado Islámico: los medios de difusión del pseudocalifato
Martín Andrés Silva Rey

Última modificación: 2014-11-14

Resumen


El autodenominado “Estado Islámico”, también conocido como ISIS o ISIL por sus siglas en inglés, crece y se expande a pasos agigantados en medio de una maraña de cuestionamientos e incertidumbre en torno a su evolución y desarrollo. Este movimiento aparentemente impulsado por combatientes islamistas radicales, luego de hacer públicos varios videos que documentan decapitaciones de rehenes occidentales, ha adquirido prioridad en las agendas de los gobiernos de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido como una de las principales amenazas a sus intereses. Asimismo, el cambio en las estrategias comunicacionales por parte del EI –que ahora apunta no solo a combatir la apostasía y las “impurezas” del islam sino que busca atraer a occidentales que reniegan del statu quo en el que viven– ha implicado una movilización de jóvenes europeos y de otras nacionalidades hasta ahora nunca vista: su enorme adhesión a la causa de la organización extremista.

El Estado Islámico –que no es tal, en tanto que desconoce fronteras– goza de una serie de características que lo hacen diferente de sus pares en el resto del mundo (entre los que se encuentra la archiconocida Al-Qaeda). Probablemente, la más trascendente de todas sea su departamento de comunicación. ISIS es más que un grupo armado o una célula terrorista: es una organización consolidada en la que profesionales capacitados participan activamente. Parte de este personal se ocupa de la diagramación de estrategias propagandísticas para luego llevarlas a la práctica en la producción de videos. Semejantes obras dan la pauta de haber sido concebidas por conocedores de los recursos técnicos y artísticos que aplican a la industria cinematográfica.

El objetivo del presente trabajo no es otro que el de analizar los productos comunicacionales elaborados por los militantes del Estado Islámico y su impacto en Occidente. Además, se pretende abordar la contrapropaganda efectuada por el gobierno estadounidense y su vínculo con la presencia de los promotores del nuevo califato en las redes sociales.


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