Última modificación: 2014-11-21
Resumen
Jerusalén, proclamada capital “eterna e indivisible” del Estado de Israel, es una ciudad cuya superficie comprende un sector que fue incorporado a partir de la Guerra de los Seis Días, cuando en 1967 se expulsan a las fuerzas del Reino Hachemita de Transjordania. Dicha región es conocida con el nombre de Jerusalén Este, poblada por aldeas árabes diseminadas a lo largo de su territorio, cuyos habitantes pasaron a ser residentes israelíes, mas no ciudadanos. A partir de la ocupación se generaron las condiciones de posibilidad de instalación de asentamientos de colonos judíos que fueron estableciéndose progresivamente formando barrios nuevos, como también provocando un proceso de gentrificación en el cual la población judía comenzó a habitar en las áreas pobladas por los árabes.
Acercándonos a tiempos más recientes, nos encontramos con la llegada de Nir Barkat (un empresario y político vinculado a la derecha laica liberal) a la gobernación de la ciudad de Jerusalén en 2008, quien actualmente continúa desempeñándose en su segundo período en el cargo, tras ser reelecto. De acuerdo a los postulados del historiador Meir Margalit, su política dejaría entrever una serie de transformaciones en las modalidades de ejercicio del poder con respecto a la población árabe que reside en Jerusalén Este.
Precisamente, Barkat se dirigiría a los residentes árabes de un modo inédito, que sirve a su vez para reactualizar los viejos mecanismos de dominación: se trata de una especie de sofisticación de ciertas tácticas biopolíticas de control cuyos efectos serían los de generar un tipo de dominación más efectiva, es decir, una nueva economía del ejercicio del poder. No habiéndose eliminado el tipo de medidas de sanción (multas y demoliciones por edificar en zonas no permitidas o por carecer de permiso), sí se han observado cambios drásticos en su despliegue cotidiano. La dulcificación del trato hacia la población palestina (visitar los barrios, otorgar beneficios del sistema de bienestar y salud israelí, estimular el atractivo del estilo de vida israelí) entrañaría la concepción de una modalidad en la cual se estaría frente al pasaje de la topadora y la demolición de viviendas (el poder soberano clásico) a la profundización de la ocupación a través de la policía/administración y optimización de los recursos mediante los cuales se aborda el problema de la gubernamentalidad.
En este trabajo se tomará la noción de la “ocupación light” de Margalit para plantear, a modo de hipótesis, que esta nueva economía del poder generaría una suerte de condiciones históricas novedosas que propenderían a la transformación de las identidades nacionales de los residentes palestinos de Jerusalén Este, una entidad sociopolítica que entraña una “no-ciudad”. Se indagará, entonces, los efectos de estas novedosas tecnologías biopolíticas de gobierno (al modo de Rose y Miller), con el objeto de explorar las posibles mutaciones en el modo en que los palestinos conciben su propia identidad cultural y nacional (frente a los beneficios y el atractivo de solicitar el pasaporte y adoptar la ciudadanía israelí). Asimismo, se analizará si el objeto de estas políticas es acaso la occidentalización o modernización de la población a la que se dirigen y si se trata de medidas que apuntan hacia la pacificación-claudicación de reclamos nacionales, a la transformación de las prácticas cotidianas, o a otras cuestiones que hacen a un tipo de dominación diferente a la tradicional.