La gobernanza, entendida como “la capacidad que tienen las sociedades humanas para dotarse de sistemas de representación, instituciones, procesos y órganos sociales para administrarse a sí mismas mediante una acción voluntaria” (Calamé, Talmant, 2001) debe ser entendida como un proceso abierto, transparente y multiactoral que asegure la cooperación y participación de todos los actores. Esta concepción entra en muchas ocasiones en contraposición a la gestión tradicional y lineal de comando y control, la cual considera al Estado y los expertos como los únicos protagonistas.

En el presente trabajo se desarrollarán las particularidades de los procesos territoriales y configuraciones territoriales que son determinantes al momento del diseño de las acciones y políticas urbanas. La multiescalaridad, incorporando la cuenca hidrográfica  como unidad de gestión, con la diversidad de actores y competencias institucionales que implica, el reconocimiento de la heterogeneidad de situaciones que implica responder a invariantes y particularidades de cada realidad territorial, la multiplicidad de competencias, desde las sectoriales hasta los diversos niveles de gobierno y la incorporación de lo procesual y la incertidumbre a los instrumentos y procedimientos de planificación y gestión son algunos de los aspectos relevantes a considerar.
Estas dimensiones se analizarán a partir de los conflictos y avances de la experiencia en los últimos años en el Uruguay, ejemplificando con experiencias relevantes en cuanto a la incorporación de las aguas urbanas y el riesgo de inundación a los planes locales de ordenamiento, la conformación de “Comisiones de cuenca” en ámbitos urbanos, el reconocimiento de los cursos de agua como piezas estructurantes del territorio y el desarrollo de instrumentos de planificación específicos.