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Aplicación de la metodología de Calidad de Información al Modelo de Argumentación de E. Toulmin
Samanta Curti

Última modificación: 2014-11-13

Resumen


Stephen E. Toulmin, filósofo británico, publicó en el año 1958 su libro “The Use of Argument” (Los usos de la argumentación) en el cual propone un nuevo esquema argumentativo basado en varias categorías de análisis. En cuanto a la evaluación de los razonamientos, el autor ofrece, para cada categoría, criterios diferentes a los formales deductivos (verdad, validez, corrección o solidez). Para los datos que utiliza el argumentador, el autor propone los criterios de suficiencia, relevancia y adecuación. Si bien pareciera sencillo, en la actualidad, debido a la inmensa cantidad de información disponible, resulta una ardua tarea poder aplicar los criterios recién mencionados.

 

Debido a que la información ya no es más un recurso escaso, sino lo contrario, el principal problema a la hora de encarar cualquier actividad que requiera de ésta, ya no es más cómo encontrar todos los datos que se requieren, sino qué hacer con la inmensa cantidad de ellos que encontramos. Por este motivo cabe hacerse una pregunta básica ¿cuál información y cuáles datos son de calidad?

Durante la década de los 90, el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) desarrolló una nueva disciplina, la que denominó “Calidad de Información” (IQ).

Si bien en sus orígenes la misma fue diseñada para ser aplicada, particularmente, a los sistemas de información, a medida que pasó el tiempo se dieron cuenta de que la misma podría ser aplicada a diversas áreas. Los autores Wang y Strong (1996) presentaron el concepto “fit for use” (apto para ser usado), definiendo al concepto "calidad de datos" como datos aptos para ser usados por consumidores de datos.

Toda información, sea del área que sea, puede ser evaluada según las dimensiones que presenta esta metodología a fin de confirmar o rechazar su calidad (por citar algunas: relevancia, actualidad y oportunidad,  fácil de entender, etcétera).

 

Dado que para argumentar correctamente se requiere de información y debido a la enorme cantidad de información disponible que existe, cualquiera sea su calidad, siguiendo el concepto de “fit for use”, la presente investigación sostiene que la metodología de IQ sirve para complementar a la desarrollada por Toulmin.

Para ello, se prosiguió a estudiar a cada una de las metodologías en particular, buscando aquellos puntos de similitud entre ambas, para luego demostrar de qué manera la metodología de IQ puede ser aplicada también a la argumentación.


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