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Incidentes en Georgias, crónica de una guerra anunciada
crhistian mauricio reitano

Última modificación: 2014-11-21

Resumen


“Incidentes en Georgias, crónica de una guerra anunciada”

Autor: Lic. Crhistian Mauricio Reitano. (U.N.V.M)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Índice General

Introducción………………………………………………………………………..….....…4

Preludio de guerra………………………………………………………………………….8

Conclusión “Todos los caminos conducen a la Guerra”………………………………..17

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Índice Bibliográfico

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Índice de siglas o abreviaturas

ARA: Armada República Argentina

Arg: Argentina

BAS: British Antarctic Survey

Bs As: Buenos Aires

EE.UU: United States of America (Estados Unidos)

FIC: Falkland Islands Company

FF.AA: Fuerzas Armadas

GB: Gran Bretaña

HMS: Her Majesty's Ship"- (Buque de Su Majestad)

Km: Kilómetros

OEA: Organización de los Estados Americanos

OPEP: Organización de países exportadores de petróleo

ONU: Organización de las Naciones Unidas

UK: United Kingdom (Reino Unido)

Task Force: Fuerza de tareas

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Hipótesis:

1)      El incidente de las Georgias no fue producido intencionalmente por Argentina.

 

2)      Argentina no quería recuperar las Malvinas usando como pretexto el altercado de las Georgias.

 

3)      Gran Bretaña se benefició del incidente en la Georgias y lo aprovecho para obligar a Argentina a recuperar las Malvinas de manera apresurada e improvisada, debido a que la inteligencia británica estaba al tanto de los planes de recuperación por parte de Argentina, de otra manera la Task Force se vería impedida de desembarcar en pleno invierno austral (Principal objetivo de la Operación Rosario).

 

4)      Gran Bretaña tenía varias salidas sobre la cuestión de Soberanía de las islas, una de ellas era el congelamiento de las negociaciones con Argentina, pero se podía advertir que esta vía llevaría a una confrontación directa con nuestro país, por lo tanto se resolvió congelar las negociaciones y esperar que Argentina “agrediera”. (Así lo demostró la Resolución 502 emitida por el consejo de seguridad de la ONU)

 

 

 

Introducción

Antes de comenzar la cuestión de fondo que aborda este trabajo, es preciso hacer una breve reseña histórica, que de cumplimentarse al pie de la historia, esta presentación y los conflictos previos a la guerra de Malvinas se hubieran denominado “los incidentes en la isla San Pedro”.

El primer registro fidedignamente documentado de avistaje de las islas data del 29 de junio de 1756, por parte de la tripulación del navío español León, capitaneado por Gregorio Jerez, La isla principal fue bautizada y registrada cartográficamente como isla San Pedro, ya que el descubrimiento se realizó en el día dedicado a ese santo. El navío León navegaba entonces desde ValparaísoBuenos Aires. Posteriormente el capitán James Cook efectuó el primer desembarco conocido en Georgia del Sur el 17 de enero de 1775, en ese momento nombró a la isla Georgia, más tarde King George III y la reclamó para Su Majestad Británica.

Datos interesantes surgen que desde 1904 la Republica Argentina se instaló y fundó el establecimiento Grytviken[1],  un puerto ballenero dirigido por la CAP (Compañía Argentina de Pesca S.A) de Ernesto Tornquist y capitales noruegos dirigidos por Carl Anton Larsen. Fue la primera empresa en establecer operaciones en la isla Georgia del Sur, Poco tiempo después, a partir del 1º de enero de 1905 empezó a operar la "Oficina Meteorológica Argentina" dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación, que se emplazó en Grytviken luciendo el escudo nacional de chapa y disponiendo de un mástil donde se izaba la bandera argentina, con lo que se estableció  la primera dependencia oficial de la República Argentina en la isla San Pedro.

 

Fotografía de la Estación meteorológica argentina tomada durante el verano de 1923 en Grytviken, décadas de presencia y emblemas argentinos.  (Nunca provocaron ninguna guerra) Fuente: Archivo General de la Nación.

Esta oficina funcionó hasta 1950, momento en que GB incautó las instalaciones al ver la prosperidad económica sobre la isla.

 

Panorama desde el norte de los edificios de la Cía. Argentina de Pesca en Grytviken (Isla San Pedro) Fuente: B.C.R.A. - Biblioteca Tornquist

 

Intensa actividad ballenera en los años 50, era la zona con mayor “depredación” del mundo, con el transcurrir de los años se crearían los barcos factorías, lo cual sumado al extermino de especies dejarían obsoletas las instalaciones balleneras y décadas posteriores serian negociadas con Davidoff. (Los buques factorías cambiaron la ecuación de la encomia en la isla). Fuente: Archivo General de la Nación

“Las islas Malvinas, Georgias del Sur (San Pedro) y Sandwich del Sur, están fundamentados por: 1. La sucesión de los derechos de España y consiguiente ocupación argentina desde 1820 a 1829 sin contestación por parte de ningún país del mundo y hasta 1833, cuando se produce en tiempos de paz la intervención de Inglaterra, y 2. Por la teoría de la continuidad, por la cual las islas Malvinas, Georgias del Sur (San Pedro) y Sandwich del Sur, forman parte de la unidad geológica de la República. Este último argumento es de vital importancia, ya que la plataforma y margen continental tiene una superficie mayor que la parte continental argentina. De esto se desprende que Argentina, además de los recursos naturales de la zona que puede explotar, se convierte en una potencia de primer orden en el área de importancia estratégica como es el Atlántico Sur, llave maestra en la geopolítica de las comunicaciones navales del mundo”.[2]

 

Ubicándonos en la década del sesenta, el mundo en general comparte la idea de que las colonias son un obsoleto anacronismo que debe ser revertido. Gran Bretaña luego de emitida la Resolución 2065 en la ONU, que insta a negociar con Argentina el traspaso de soberanía por las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del sur y todos sus espacios circundantes, comienza a aplicar una exasperante política dilatoria sobre el traspaso de soberanía, de hecho nunca se negocio oficialmente sobre la cuestión, a GB solo le interesaba suscribir tratados comerciales que tendían solo a favorecer a los Malvinenses y a menoscabar la paciencia y la buena voluntad de nuestro país que siempre mostró una actitud no beligerante y participativa en cuanto a las exigencias impuestas por GB que no llevaban a ninguna parte.

Luego de la creación de la OPEP y del incremento del precio del crudo a nivel internacional, GB lanza unilateralmente una expedición llamada Shackleton, que arribaría en las islas el “3 de enero”[3] de 1976 con el fin de realizar un relevamiento topográfico de las aguas circundantes de Malvinas con el objetivo de encontrar yacimientos hidrocarburiferos, esto supuso el comienzo del deterioramiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Es cierto que la Armada siempre planificó la recuperación de las Malvinas, era un anhelo histórico de esta facción de las FFAA, inclusive constituyó el trampolín para que Galtieri  accediera a la presidencia de la nación por parte del almirante Jorge Isaac Anaya. Si bien los planes de recuperación se dividían en dos partes, una era el Plan Alfa (recuperación de las Georgias) y consecuentemente la Operación Rosario (Recuperación de las Malvinas). En primera medida el Plan Alfa, se basaba en ocupar las Georgias de forma pacífica con una base científica ocupada por personal científico y militar entremezclados discretamente, como había sucedido en Thule (estación meteorológica y científica) en el extremo sur de las islas Sandwich, en proximidades a la Antártida.

Los planes se dieron al revés, por ende algo salió mal, ese “algo” tenia nombre y apellido: Constantino Davidoff, tal vez este personaje y las circunstancias que lo rodean sean la parte menos vista de la Guerra de Malvinas, siendo este el detonante de una guerra.

Preludio de guerra

El incidente de las Islas Georgias del Sur, que aparentemente fue el elemento desencadenante del conflicto de Malvinas, estuvo ligado a una operación comercial privada y gestada por un comerciante argentino, que consistía en el desguace de los puestos balleneros pertenecientes a una empresa británica ubicados en las Islas Georgias del Sur, en los puertos: Leith, Stromness y Husvik.

[]Un empresario argentino dedicado a la industria de la chatarra, llamado Constantino Davidoff, en septiembre de 1979 firmó en Londres un contrato con la empresa Christian Salvensen & Co, de Edimburgo, el cual compraba las instalaciones balleneras abandonadas en las islas Georgias en un valor de US$ 200.000. Esto suponía que sería un excelente negocio, pues las ganancias (supuestamente) serian de la suma de US $ 10.000.000. Pero para desmantelar la ex-ballenera se necesitaba llevar personal y equipo. Davidoff, a través de la embajada inglesa en Buenos Aires, trató de que le facilitaran el buque Antártico HMS Endurance[4] de la Armada Británica (considerado por los británicos el Guardián de las Falklands). Pero ellos se negaron e inmediatamente la Armada Argentina se puso a disposición de él.

En diciembre de 1981 Davidoff zarpó en el Rompe hielos Almirante Irizar con destino a las islas Georgias para realizar un inventario de las instalaciones a desmantelar. Con anticipación había notificado a la Embajada Británica que iba a pasar y detenerse en el archipiélago. (en ese primer viaje hubo un altercado diplomático, debido a que Davidoff debía notificarse en Grytviken, aunque no pasó a mayores). Este breve viaje sirvió para tomar algunas fotos y ver las antiguas factorías. Posteriormente La juna militar en enero de ese año comenzó a planear la “Operación Davidoff”[5], que consistía en realizar los mismos pasos que se habían dado en 1976 en la isla Thule, que consistía en convertir la isla en una base científica pero bajo dominio militar con el fin de ir recuperando soberanía de una forma silenciosa y pacífica, durante la reunión se concluyó que no llevarla a cabo antes de la ronda de negociaciones en febrero de ese año con GB en Nueva York.[6]

El 2 de febrero del 82, la junta Militar consideró la alternativa “Alfa”, concluyéndose que no era conveniente realizarla por el momento.[7] Mientras el tiempo corría de una forma acelerada, no se puede ignorar que de uno y otro bando se estaban preparando: por el lado Británico, a buscar un plan de contingencia en caso de que Argentina recuperara las islas, y por el otro, Argentina estaba desesperada en recuperar las islas por motivos políticos internos y además alertados por el inminente emplazamiento de una “Fortaleza Malvinas” que hoy es tristemente conocida como Mount Pleasant, esto queda demostrado porque GB, el 3 de marzo del 82, luego de tomar conocimiento de los cables de la Embajada Británica en Bs AS, la Primer Ministro ordenó preparar “planes de contingencia”, ampliando su intención el 8 de marzo al preguntarle al Ministro de defensa cuanto tiempo le insumiría a los buques de la flota llegar a las Islas Malvinas, en caso de ser necesario, esto se puede corroborar “simultáneamente” en el Informe Franks, párrafos 152 y 153 y en el Rattenbach Capitulo II párrafo 189.

Cabe preguntarse ¿Por qué GB prepara planes de contingencia?, ¿se filtraba información dentro de la cúpula militar? La respuesta es NO, culminando febrero del 82, al terminar la ronda de negociaciones en Nueva York, no se llega a ningún acuerdo concreto, salvo que se emite un comunicado conjunto el de mantenerse informados y en contacto la primer semana de cada mes en las capitales de cada país alternadamente, el error lo comente el Canciller Costa Mendez, cuando emitió un comunicado ampliatorio sobre las negociaciones publicado el 2 de marzo, cito:

"La Argentina ha negociado con Gran Bretaña con paciencia, lealtad y buena fe, durante más de 15 años, en el marco señalado por las resoluciones pertinentes de la O.N.U., la resolución de la disputa de la soberanía sobre esas islas. El nuevo sistema constituye un paso eficaz para la pronta solución de esa disputa. Por lo demás, si eso no ocurriera, LA ARGENTINA MANTIENE EL DERECHO DE PONER TÉRMINO AL FUNCIONAMIENTO DE ESE MECANISMO Y DE ELEGIR LIBREMENTE EL PROCEDIMIENTO QUE MEJOR CONSULTE A SUS INTERESES".[8]-[9]

 

Irónicamente dispuestas las intenciones y  al enemigo, el 15 de marzo, el Canciller y el Jefe del Estado Mayor Conjunto concluyeron que la operación "Alfa" debía suspenderse. Esto fue ratificado el 16 de marzo por el COMIL[10], por lo tanto la idea de recuperar las Georgias ya había quedado descartada. Por lo tanto, a esta altura seria una demencia pensar que los consecuentes altercados en las Georgias fueron gestados por Argentina.

El 19 de marzo Davidoff llega a las Georgias, más específicamente a Puerto Leith en el buque ARA Bahia Buen Suceso, previamente el empresario avisó a la Embajada Británica que el buque no tenía propósitos militares ni armamento y que su utilización sería solo comercial. La embajada autorizó el viaje y no objetó los motivos del mismo. Los hombres de Davidoff estaban provistos de las "tarjetas blancas", que era el elemento a usar por los isleños que viajaban al continente y por los argentinos a Malvinas, según lo establecía el Acuerdo de Comunicaciones firmado en 1971 por ambos países.

 

Anverso de la Tarjeta Blanca

 

Reverso de la Tarjeta Blanca

Davidoff arribó a Puerto Leith, desembarcando a los obreros y sus equipos, que permanecerían en las islas por cuatro meses. Pero lo que desencadenó el conflicto y la posterior llegada de los británicos a la isla fue el “supuesto” izado de la bandera Argentina, y reitero el supuesto izado, debido a que Davidoff hasta hoy día, mantiene firme su declaración, recabada por el informe Rattenbach- cito:

“La información periodística consignó que los obreros descendieron del barco y enarbolaron la bandera nacional en un mástil, aunque Davidoff negó este hecho, aduciendo que cuando sus hombres desembarcaron, la bandera ya ondeaba en el lugar. (...) el izamiento de la bandera no provocó problemas mayores, habida cuenta que la enseña fue arriada poco después, a pedido del personal británico”.[11]

En una entrevista más reciente a Davidoff al diario Terra decía:

"No había militares entre mis trabajadores. Ni izaron la bandera ni cantaron ningún himno nacional. Era un acuerdo comercial. Habría tenido que estar loco para permitir que me lo arruinaran. Todo lo que hacía falta era una llamada de la embajada británica y habría retirado a mis trabajadores, habría cancelado mi contrato, dice Davidoff, se podría haber evitado una guerra".[12]

 

Obreros argentinos en Puerto Leith

El buque Bahía Buen suceso amarrado en Puerto Leith, de fondo se ve la chatarra que debían desmantelar. Fuente: Archivo General de la Nación.

Al desembarcar los argentinos, un equipo del BAS (British Antarctic Survey) le notificó al gobernador de Malvinas Rex Hunt,  que había una bandera argentina izada. Esto provocó la exagerada actitud del gobernador y el duro reclamo a argentina, además de notificar a GB, quién permaneció en constantes comunicaciones con miembros del BAS y les redactó por radio una nota de reclamo para ser presentada a la delegación argentina en Puerto Leith.

 

 

 

Personal argentino comienza a descender del Bahia Buen suceso mientras miembros del BAS apostados secretamente comienzan a fotografiar sus movimientos (lástima que no fotografiaron el momento en que se iza el pabellón nacional)

 

 

Los BAS entregan esta nota a los argentinos, en al cual exige que se debe arriar la bandera argentina en las Georgias según el mensaje que recibieron del Gobernador Rex Hunt por radio.

El día 21 de marzo zarpa de regreso el “ARA Bahía Buen Suceso” dejando a Davidoff junto con el grupo en tierra; también zarpa de Malvinas el buque HMS Endurance, con 22 marines a bordo y bien armados. He aquí el primer movimiento de tropas, el cual es realizado por Gran Bretaña. Pero el día 23 de Marzo, la Junta Militar, en respuesta a los sucesos de Leith, envía el transporte “ARA Bahía Paraíso”, que se encontraba en las islas Orcadas, formado por comandos de marina, denominados "Lagartos", al mando del Teniente de Navío Alfredo Astiz que formaban parte del abolido “Plan Alfa”. Llegan el 24 de Marzo a la hora 23:40 con la misión de evitar que los ingleses desalojaran por la fuerza a los argentinos.[13]

“En la mañana del día 24 llegamos a ciertas conclusiones, que fueron éstas: Londres había atribuido una importancia desmedida y desproporcionada a los hechos; a) Esto no nos parecía espontáneo, ni el producto de una actividad periodística casual; b) Veíamos al Gobernador Hunt como miembro y en ese momento conductor del Committee[14] de las islas y como protagonista importante en dos aspectos: en señalar que el hecho era producto de una decisión del gobierno argentino y que constituía un anticipo de un invasión directa de las Malvinas; en indicar que era el momento para asumir una actitud de ira, para proclamar con más firmeza que nunca los derechos de los isleños y estimular sus sentimientos anti-argentinos y, finalmente, para militarizar las islas. Por supuesto, poco sabíamos de las conversaciones y reuniones íntimas que tenían lugar en Londres. Podíamos intuir, y algunos artícu­los periodísticos nos daban la pauta, que los intereses vinculados a la Compañía habían movilizado al Comité de las Islas; que éstos, a su vez, habían tomado contacto con sus viejos y permanentes aliados y amigos. El Parlamento, movilizado por estas fuerzas, estaba dispuesto a exigir la congelación de la disputa y el despliegue de fuerzas en el Atlántico Sur.”[15]

Frente a este nuevo atropello a nuestra Nación, luego de incumplir Resoluciones emitidas por la ONU, Gran Bretaña viola el Tratado de Buenos Aires de 1971 exigiendo a nuestro Estado: que los obreros de las Georgias debían visar sus pasaportes en Malvinas (lo cual hubiera sido un reconocimiento implícito de soberanía por parte nuestra) o el desalojo armado, a pesar de que el personal se encontraba debidamente autorizado y con las tarjeta blancas estipuladas en el tratado bilateral de cooperación mutua entre Argentina y Gran Bretaña, este fue el ultimátum del 25-03-82, el fundamento “ilógico” era que las tarjetas blancas no estaban incluidas en esos territorios (Georgias y Sandwich del Sur) dentro del tratado de 1971, por lo tanto los argentinos se encontraban fuera del régimen[16]. Esto supuso el origen al enfrentamiento bélico y obligando a nuestro Estado a acudir a la Ley de Legítima Defensa, contemplada en el Art. 10 del Convenio de La Haya de 1907.

“La situación creada por el Incidente de las Georgias y la acentuación de la falta de voluntad británica para negociar sobre la disputa de soberanía de las Malvinas, condujeron a la ocupación incruenta de las Islas por Argentina el 2 de abril de 1982”.[17]

Deteniéndome con especial atención, el Informe Franks en el párrafo 228, deja en claro que: “El gobierno argentino no había provocado el indecente de las Georgias del Sur pero ahora que había ocurrido, lo aprovecharía como elemento de presión para hacer valer el reclamo argentino por la soberanía sobre todas las islas”, entonces si Gran Bretaña admite que Argentina no produjo los incidentes, vale preguntarse… ¿Quién fue? ¿Y por qué?, para ser honesto creo que ha quedado algo de tinta en el tintero…

Conclusión: “Todos los caminos conducen a la Guerra”

Los incidentes en las Georgias, no son otra cosa que un ardid por parte de GB que necesitaba un conflicto para refrigerar las ya congeladas negociaciones con Argentina, que en vísperas de que el tiempo transcurría, solo tendía a exacerbar la impaciencia argentina que no encontraba gesto alguno de negociar el traspaso de soberanía, por lo tanto habiéndose agotado las vías diplomáticas La Junta Militar comenzó a emprender un plan de recuperación bajo absurdas hipótesis (que no son motivo de este trabajo).

Considerando que el problema era la “bandera” y que inmediatamente fue arriada, con los antecedentes de presencia argentina y emblemas patrios durante décadas en las Georgias presentados durante la introducción de este trabajo, se puede deducir que: la inusitada reacción británica, fue alentada por el Almirantazgo y por los “halcones” del Partido Conservador de Margaret Thatcher que no querían ver recortada su flota de mar, menos aun ver rodar la cabeza de su “Iron Lady” que tenía un 75% de imagen negativa, por otra parte los “halcones” argentinos  vieron una oportunidad para justificar el desembarco en las Malvinas, lo cual era “precisamente” lo que los británicos estaban esperando, para declararnos país agresor y así fundamentar la Fortaleza Malvinas y la presencia de la OTAN en el atlántico sur.

Es destacable el protagonismo que tuvo Rex Hunt sobre los incidentes, que fueron magníficamente exagerados, obviamente ordenados desde Londres, el motivo principal era hallar “Casus Belli” (motivo de guerra) empujando a Argentina a desembarcar personal militar en las Georgias, debido a que el buque Endurance se encontraba a la espera de ordenes en Grytviken mientras el buque Bahía Paraíso llegaba a Puerto Leith, lo cual indica que los Royal Marines estaban esperando a pocos Km de distancia de los obreros argentinos, esperando que Astiz y sus fuerzas desembarcaran.

Posteriormente la TV británica (que luego de la guerra, los propios oficiales de Gran Bretaña desmintieron) informaron que dos submarinos nucleares habían zarpado desde Gibraltar hacia el Atlántico Sur, ese fue el puntapié inicial, que apresura a la junta militar a tomar la decisión de adelantar la recuperación de las islas (prevista para el 15 de mayo), creyeron la información vertida por la BBC, y no deseaban comprometerse en un desembarco frente a un mar infestado de submarinos británicos, que de ser así imposibilitaría cualquier desembarco argentino. De allí en más se había llegado a un punto de no retorno.

Es destacable el impecable papel que jugó la información a favor de GB, a la inversa que en Argentina, más allá de toda mal conjeturada hipótesis por parte de argentina, a pesar que peleó una guerra en desiguales condiciones tecnológicas y basada sobre la improvisación, GB NUNCA se imaginó que le iba a costar tanto ganar esa guerra...imaginaron que venían de Picnic, aunque la realidad fue adversa para los invasores, como lo describe el Comandante (Británico) Julian Thompson en su libro “No Picnic”. En fin la joven República cayó en la trampa del viejo León imperial, pero insisto y reivindico al contrario de cualquier desmalvinizador, que la joven República es un hueso duro que el viejo león aun no puede roer.

 

Dedicado a los 649 Caídos en Malvinas, incluyendo y destacando el valor de los conscriptos Mario Almonacid, Jorge Néstor Águila (BIM 1), Cabo primero de mar Patricio Guanca (Corbeta Guerrico) y Sub Oficial primero Felix Artuso (Submarino Santa Fe) quien hoy es el único centinela en las Georgias, hasta ahora se encuentra en un desalmado aislamiento de sus seres queridos quienes reclaman y gestionan permanentemente visitar su sepulcro, debido que a “30 años”… nunca pudieron hacerlo.

A los Bravos de Georgias.

 


[1] Cabe señalar que Grytviken significa "bahía de las ollas" en idioma noruego, porque balleneros de ese origen encontraron grandes marmitas para obtener aceite, abandonadas por expediciones anteriores.

[2]Bologna, Alfredo Bruno. Los derechos de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur (San Pedro) y Sandwich del Sur. Ediar. Buenos Aires, enero de 1989- Pag:812

 

[3] Se puede destacar el carácter simbólico de esta fecha, debido a que la usurpación de las Islas Malvinas también se produjo el día 3 de enero pero de 1833.

[4] Davidoff pide la asistencia del Endurance a Gran Bretaña como muestra de su buena voluntad en no causar un inconveniente diplomático.

[5] La Operación Davidoff y La Operación Alfa suelen confundirse, pero en realidad es la misma, debido a que el Grupo Alfa que estaba en las islas Orcadas acudiría en respuesta de un altercado en contra de Davidoff por parte de GB.

[6] Informe Rattenbach. (oficial).Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico Sur (CAERCAS). Capítulo II, punto 181- Pág. 43.

[7] Informe Rattenbach. Op Cit Capítulo II, punto 187. Pág. 44.

[8] Informe Rattenbach. Op Cit Capítulo I, punto 69. Pág. 18.

[9] Lord Fraks. El servicio secreto británico y la guerra de las Malvinas. Ediciones del mar dulce. Bs As abril de 1985. Capítulo II, punto 138. Pág. 78.

[10] Informe Rattenbach. Op Cit Capítulo II, punto 190. Pág. 44.

 

[11] Informe Rattenbach. Op Cit. Capítulo IV, punto 192- Pág. 45.

[12] El vendedor de chatarra que provocó accidentalmente la guerra del Atlántico Sur. Noticias Terra.com http://noticias.terra.com/noticias/el_vendedor_de_chatarra_que_provoco_accidentalmente_la_guerra_del_atlantico_sur/act2271074- 5de abril de 2010.

[13] Si Argentina hubiera querido una guerra en ese preciso momento, solo debía dejar que llegara el Endurance y que retirara al personal argentino por la fuerza, lo cual hubiese constituido un claro acto de provocación, dando pie a que Argentina realizara la Operación Rosario. GB exageró los hechos y no le dio tregua a la paz desde el momento en que moviliza al Endurance con los Royal Marines a bordo.

[14] En referencia al Committee, se explicita con mayor profundidad en: Costa Méndez Nicanor. Malvinas ésta es la historia. Sudamericana. 1993. párrafos 3 y 4 .Pág. 69. Ver también. Crosby Ronald K. El reto de las Malvinas. Buenos Aires. Plus Ultra. 1981. Págs. 88 y 89

[15] Costa Méndez Nicanor. Malvinas está es la historia. Sudamericana. 1993 Pág. 141.

[16] Lord Fraks. Op Cit. Punto Capítulo III, punto 198. Pág. 104.

[17] Drnas de Clément Zlata. MALVINAS ¿El derecho a la fuerza o la fuerza del derecho? Córdoba. Lerner. 2000. Pág. 66.

 


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