Última modificación: 2019-09-16
Resumen
La Conservación del Patrimonio supone hacer perdurable la materialidad de los bienes culturales, y debe conllevar la preservación de un conjunto de valores que en último caso justifican su trascendencia. El Teatro del Libertador San Martín, diseñado por el arquitecto Francisco Tamburini en 1886 por encargo del Gobierno de la Provincia de Córdoba, representa un ejemplo valioso por su originalidad tipológica de teatro estatal, la calidad de su factura, y por encarnar los principios del diseño academicista Beaux-Arts en cuanto a solidez, economía planimétrica, carácter y elegancia. En su especificidad programática, Tamburini sintetiza y conjuga la tradición del teatro a la italiana en la resolución del volumen de la sala, su maquinaria teatral y escénica de madera, con el desarrollo de espacios para el encuentro social de gran calidad decorativa provenientes de la tradición francesa, cuyo sentido revela Garnier en la Ópera de París. Reconocemos aquí un estado completo de los perfeccionamientos técnicos y de las artes emergentes de los debates estéticos propios del eclecticismo de fines del siglo XIX, que Arturo Nembrini Gonzaga plasma en los techos pintados de los salones, con su brillante policromía y creativos motivos románticos, arqueológicos según manuales milaneses (Vallardi), ingleses (Owen Jones) y franceses (Pierre Chabat), de ilusionismo manierista en los paisajes murales, los cielorrasos del vestíbulo y de la sala, y en su redescubierto telón de boca o sipario con alegorías.
En el “servicio activo” de dispositivos para movimientos escénicos, identificamos soluciones resultantes de la evolución del arte de la maquinaria y la escenografía iniciada por Aleotti en Parma en 1618, magnificada por los Galli di Bibiena e irradiada a Europa a través de su tratado y de sus discípulos como Barbieri en Milán. El saber de Torelli y de los Vigarani resumido en la Ópera de París del Palais-Royal, se difunde por la “Enciclopedia” de 1772 como un catálogo de piezas y efectos, y deviene el manual constructivo de Benjamin Contant en 1842, con mecanismos a maniobrar en los grandes teatros modernos europeos, que el contratista Franceschi visita en 1887.
El grado de autenticidad de sus componentes lo convierten en una pieza de alto valor documental, y en el marco del “Proyecto de Puesta en Valor y Actualización Tecnológica del Teatro del Libertador San Martín” se desarrolla en este trabajo el rol que tuvo la Investigación Histórica en la definición de la estratificación de esos valores. A partir del relevamiento documental, el estudio histórico - tipológico, la presentación de casos, el estudio de fotografías históricas y otras metodologías propias de la investigación, se logró reconocer la complejidad de los subsistemas propios de esta tipología de carácter extraordinario, “principal ornamento” en el sistema urbano finisecular.
Esta ponderación y su debate con el equipo de proyecto y con miembros de las distintas instituciones involucradas (Gobierno de Córdoba / Comisión Nacional de Monumentos, Cuerpo Técnico y Artístico del Teatro, especialistas restauradores) permitió revelar los valores primordiales y únicos a perennizar al momento de tomar decisiones para su restauración, puesta en valor y actualización funcional y tecnológica.