El eufórico y arrollador progreso de la República Argentina de finales de siglo XIX se reflejó en la triunfante arquitectura que cambió el medio cultural de la ciudad de Buenos Aires. La vasta producción arquitectónica ha visto en escena principalmente profesionales, constructores y artesanos italianos que llegaron al país con un bagaje cultural académico también de matriz beaux-arts. A ellos se debe un gran caudal de obras construídas con un sello característico, exhibiendo rasgos marcados y definidos de diseño elegante y refinado, expresión culta de sus conocimientos y habilidades técnico-constructivas.

Algunos de ellos estudiaron en la École de beaux-arts de París, como por ejemplo Salvatore Mirate (Nápoles 1862 – Buenos Aires 1916) en la Argentina desde 1887 con obras en el Hipódromo Argentino y en la Rural, otros en cambio con formación en las Escuelas italianas (Academia de Brera, Politécnico de Milán, Academia de Bellas Artes de Venecia, Institutos Técnicos Reales), dieron igualmente un aporte fundamental combinando la cultura arquitectónica académica con las tradicionales técnicas de construcción italianas. Hablamos de arquitectos y/o ingenieros como los hermanos Albertolli, Giocondo (Bedano 1857 – Buenos Aires 1919) y Arnoldo (Bedano 1881 – Buenos Aires 1938), que cuentan con una tradición familiar secular de arquitectos y decoradores entre los cuales el famoso Giocondo (Bedano 1742 – Milán 1840) profesor de "Ornato" en la Academia de Bellas Artes de Brera; Rolando Levacher (Parma 1858 - Milán 1928) graduado de la Academia de Bellas Artes de Venecia, ganador del concurso para el Nuevo Banco Italiano en Buenos Aires (1887) y para la construcción de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (1897), como así también participó en el concurso para el nuevo Palacio Legislativo en Montevideo (1904); Manuele Tavazza (Milán 1859 - Buenos Aires 1937) llegó a la Argentina en 1884 y tuvo una larga carrera como arquitecto y también como constructor; Gino Aloisi (San Vito sul Cesano 1864 - Alta Gracia 1924) con estudios en el Instituto de Artes y Oficios de Fermo dirigido por el francés Hippolyte Langlois, a quien se debe, entre otros proyectos, el nuevo edificio de la Escuela de Medicina y Morgue de Buenos Aires.

A partir de este “grupo ejemplar” de arquitectos, con trayectorias formativas diferenciadas, se intentará investigar y responder si hubo y en tal caso cuales hayan sido las influencias y adaptaciones aportadas en sus proyectos en el contexto de una sociedad que tenía a París como modelo a imitar. El objetivo de la ponencia será poner en evidencia los cambios en las formas tipológicas que, bajo la influencia de la moda beaux-arts, se estaban difundiendo en la alta sociedad argentina, esto a través de ejemplos arquitectónicos (obras públicas, obras para particulares o concursos) como así también en los dibujos de los permisos de construcción conservados en los archivos.