Última modificación: 2019-09-13
Resumen
En las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, se materializaron en el territorio bonaerense diversas obras de arquitectura, reflejando la influencia del academicismo francés y sus variantes eclécticas.
Sus autores, profesionales formados en la École de Beaux-Arts de París, tenían profundo conocimiento de los estilos históricos. Arribaron al país, vinculándose con la función pública y también con el sector privado, respondiendo requerimientos de la alta burguesía o, de entidades vinculadas con ella. Los rasgos compositivos de las obras emergentes, dando respuesta a nuevas y diversas funciones, dieron cuenta de ello.
En el período 1880-1930, el Estado enfrentó una creciente demanda de establecimientos asistenciales producto de la industrialización y la proliferación de epidemias generadas por la sobrepoblación consecuencia del ingreso de extranjeros, y del incremento del crecimiento vegetativo.
Consecuencia de ello, la Sociedad de Beneficencia, reanudó sus acciones fundadas en la política social implementada por el Estado, orientada a los “pobres, míseros o proletarios”.
La Institución contemplaba en los establecimientos a su cargo, la educación primaria incorporando, luego las de carácter sanitario. De ella dependían: La Casa de Niños Expósitos, Hospital de Mujeres, Escuela para Niñas, entre otras dependencias.
“Hasta el año 1930 más del 80% de los recursos provinieron de las arcas oficiales, primero del Estado de la ciudad de Buenos Aires y después del erario público nacional” (Moreno, 2013; 8,9)
Las carencias en materia de infraestructura, provocó el compromiso de los particulares representados por la alta burguesía a ser benefactor, contribuyendo con importantes donaciones, con el fin de atender a la población indigente.
En éste contexto analizamos parte de la producción de los arquitectos Paul Louis Faure Dujarric (Francia) y Jacques Dunant (Suiza) en la Provincia de Buenos Aires por encargo del sector privado siendo relevante los trabajos realizados para María Unzué de Alvear y Concepción Unzué de Casares, damas benefactoras pertenecientes a la élite porteña.
Ambos arquitectos se formaron en la École de Beaux-Arts, por distintos maestros, lo que se hace evidente en la obra construida.
En el presente trabajo se analiza a partir del relevamiento de fuentes primarias, secundarias y repositorios documentales, la formación de los profesionales citados, y sus proyectos en el ámbito bonaerense en relación a la composición arquitectónica inducida por los principios academicistas, estableciendo la vinculación con la producción de sus maestros Jean Louis Pascal y Antoine Coquart. Y el grado de respuesta a condicionantes locales como el entorno natural y construido en el que se inserta la obra, contemplando aspectos como la interrelación, diálogo o integración de la obra con el paisaje.