Última modificación: 2019-09-13
Resumen
Como sucediera con un vasto número de profesionales diplomados como arquitectos en la Universidad de Buenos Aires antes de la renovación de sus cuadros académicos producida tras el giro político de 1955, Mario Roberto Álvarez (MRA) recibió una formación moldeada parcialmente en el sistema de la Ecole des Beaux Arts. Estudiante entre 1932 y 1937, los premios recibidos (entre ellos obtuvo la codiciada Medalla de Oro) y sus ejercicios publicados dan cuenta de que se trataba de un excelente producto de ese sistema pedagógico. Incluso, cuando redactó la memoria de la obra más destacada de la primera etapa de su carrera, el Teatro Municipal General San Martín, proyectado en 1953, aparecen una y otra vez referencias al partido y la composición. Sin embargo, tanto en las entrevistas que le realizaron como en las conferencias que pronunció desde inicios de la década de 1980 hasta su muerte, se mostró hostil al legado formativo, despreciando casi totalmente al cuerpo de Maestros y al clima intelectual que se vivía, alejado a su criterio de lo que suponía (según juzgaba por las publicaciones a las que estaba abonado desde que inició sus estudios (Moderne Bauformen, L’Architecture d’aujourd hui y Techniques et Architecture) que sucedía en Europa (sin advertir que la enseñanza fuera de la acotada experiencia de la Bauhaus continuaba inserta ya sea en el eje Beaux-Arts/Politecnico o en la línea Arts&Crafts). Paradójicamente, reiteraba una y otra vez su respeto y admiración intelectual y profesional hacia Auguste Perret (cuya presencia como conferencista en Buenos Aires en 1936 resultó de una invitación de MRA, quien era entonces presidente del Centro de Estudiantes), así como su interés entusiasta por la Histoire de l’Architecture de Auguste Choisy seguido de cerca por el concepto de carácter expresado por Hyppolite Taine. Por su parte MRA señaló siempre que rechazo la amable invitación de Perret para trabajar en su agence como un modo de construir su propio camino.
En esta contribución mostraré por un lado el camino formativo de MRA en la Escuela de Arquitectura, donde coexisten la ortodoxia compositiva a la Percier con la presencia de rasgos afines al binomio Choisy-Perret y por el otro exploraré la inadvertida presencia de este milieu formativo en el Teatro Municipal General San Martín -obra interpretada hasta el presente casi exclusivamente como producto tout court de los modos de proyectar del Movimiento Moderno- relacionándolas con la obra de por escala y complejidad funcional y técnica se le aproxima, le Théatre des Champs Elysées.