Última modificación: 2018-01-12
Resumen
El “río es memoria” escribió Haroldo Conti en su novela “Sudeste”. Metáfora conmovedora dado que, por un lado, implica una propuesta y pregunta epistemológica: ¿es posible hacer una memoria del río?, ¿cómo cartografiar esa memoria? Indudablemente esta metáfora nos remite a la relación humanidad-naturaleza en un tiempo-espacio, en este caso las modalidades de relación históricas de las sociedades con “el río”. Cabe preguntarnos: cómo ha sido esa relación históricamente; cuáles han sido las maneras de apropiación y significación implicadas, a saber: los modos de uso del río, su gestión o manejo; las maneras de nombrarlo, percibirlo y sentirlo.
Por otro lado, es una metáfora conmovedora a “la luz” de que uno de los ríos a los que refiere en la novela, el Arroyo Anguilas – pese a ser arroyo es tratado como río- , ha sido absolutamente transformado, su cauce, profundidad, vegetación, incluso los pobladores que allí habitaban han sido desalojados a partir del avance de proyectos de urbanización de las islas. Aquí introducimos la historia del presente de los ríos del Bajo delta del Paraná asociada a modalidades de relación que buscan transformarlos en función de los nuevos modelos de urbanización vinculados al capital inmobiliario-financiero que han avanzado aceleradamente en las últimas décadas. A su vez éstas son resistidas por las poblaciones locales que resignifican sus maneras de relacionarse en función de mantener sus modos de vida íntimamente ligados al río, generando conflictos en los espacios públicos, así como organizaciones sociales y propuestas de políticas públicas.
A partir de esta metáfora y sus implicancias, este trabajo pretende rastrear esa historia del presente de los ríos. Partimos de un abordaje cualitativo retomando las voces de las personas que habitan el Bajo delta del Paraná, interrogando en sus modalidades de apropiación y significación en torno al río.