La energía es un recurso vital para las sociedades modernas y avanzadas, no sólo por su impacto en la economía o la geopolítica, sino también por sus implicaciones en la vida cotidiana.

Así, la escasez de fuentes no renovables pareciera determinar el rumbo de la agenda política y económica de los países que pretenden mejorar los niveles de producción y consumo.

En el año 2002, Brasil sufrió una crisis energética que impactó visiblemente en el resto de los países del cono sur. La mayoría se vio obligado a replantear sus políticas energéticas para orientarlas a la recuperación de recursos vitales (a través de reestatizaciones o nacionalizaciones) y a la autosustentabilidad.

Brasil continuó cubriendo sus necesidades energéticas de forma diversificada y orientado al mercado. Decidió no nacionalizar por completo el sector petrolero, pero se volcó a profundizar un modelo mixto de integración, donde el estado es dueño del 40% de las acciones.

Este modelo de gestión ha generado tensiones dentro de la empresa, pues los intereses públicos del Estado brasileño muchas veces difieren o han diferido de los intereses de los accionistas privados.

Entonces, la empresa se ve obligada a armonizar ambos intereses: el público, con metas geopolíticas y estratégicas como el autoabastecimiento, promoción de la integración económica y energética en Sudamérica; y el privado, enfocado en la valoración de las ganancias y la distribución de los dividendos.

Por su parte, Argentina debió enfrentar una profunda crisis energética en 2004 con escasa participación del gobierno y las empresas, puesto que el país estaba abocado a cumplir con otras exigencias, del tipo económica y social.

Cuando el país logró recuperarse, se decidió a principios de 2012, "recuperar" los recursos naturales a través de una reestatización de la principal empresa petrolera que operaba en el país, YPF.

En este contexto, el reciente auge del petróleo no convencional y de gas (shale gas y shale oil) a la espera de ser explorado y explotado (como el caso de Vaca Muerta en Argentina), impulsó el inicio de un proceso de vinculación de YPF con capitales extranjeros a través de Alianzas Público Privadas, como con Chevron.

El trabajo se inscribió en la siguiente problemática, siendo que ambos son países que han tenido una visión similar respecto a la política y a la economía para la región ¿Por qué han definido modelos de gestión diferentes? Y, ¿De qué manera interactúa cada una con las corporaciones?

El objetivo principal de esta investigación es determinar las diferencias en la gestión de las empresas petroleras y explicar las causas de la selección de cada modelo.

La conclusión general observada es que ambos estados utilizan sus modelos de gestión de acuerdo a su realidad económica, social, tecnológica y política.