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¿Fue la "cultura de las bellas artes" internacional? ¿En qué medida procedió la formación arquitectónica académica europea de intercambios, hibridaciones y circulaciones entre diferentes modelos pedagógicos?En la segunda mitad del siglo XIX, las instituciones educativas de arquitectura constituían una red geográfica en la que coexistían instituciones de interés internacional, como las escuelas politécnicas o las escuelas de bellas artes. Sus modelos didácticos se opusieron a menudo porque reflejaban diferentes formas de definir la arquitectura. Por un lado, el modelo más artístico de la sección de arquitectura de la Ecole des Beaux-Arts de París colocó la habilidad de la composición en el centro de la formación. Se basaba en el principio de talleres y concursos que estimulaban la emulación de los estudiantes. Por otro lado, el de las Escuelas Politécnicas, iniciado en París después de la Revolución y bien representado en Alemania (en Karlsruhe, Stuttgart y Berlín), propuso un programa de ingeniero-arquitecto de la cultura científica, de acuerdo con una pedagogía más académica de Conferencias y ejercicios de posgrado. Entre estos establecimientos se desarrollaron competiciones, pero también intercambios y juegos de influencia mutua. Las interacciones se vieron reforzadas por las trayectorias individuales de estudiantes o profesores, de una escuela a otra, de una ciudad a otra, de un idioma a otro.Las circulaciones estudiantiles tuvieron múltiples motivaciones en una disciplina donde, durante mucho tiempo, el viaje fue un componente de la capacitación. También fueron provocados por un mapeo caracterizado por fuertes disparidades en la oferta de educación arquitectónica. Por lo tanto, el hecho de que Suiza o Inglaterra no tuvieran hasta hace muy poco tiempo instituciones comparables a las existentes en Francia o Alemania motivó la expatriación de jóvenes que están destinados a la arquitectura, y en ocasiones la asistencia sucesiva de varios lugares de formación. . Estos estudiantes participaron en la elaboración de reputaciones y jerarquías, los cursos colectivos se diseñaron de acuerdo con los medios y las estrategias de carrera. Mientras estimulaban las comparaciones y las competiciones entre escuelas, los estudiantes que se convirtieron en arquitectos y, a veces, maestros se convirtieron en vectores de transferencias e intercambios; contribuyeron a la importación de métodos, a la traducción de conceptos, a la hibridación de contenidos. Así, mientras revelaron diferencias, favorecieron un proceso de homogeneización de esta cultura arquitectónica europea.

Lawrence Harvey; europe; enseignement de l’architecture